Bueno, parece que la ciudad de Boston se está llevando la palma con el uso de publicidad de guerrilla. Primero fueron los presuntos paquetes bomba que paralizaron el país y ahor el caso de la profanación de su cementerio. Esta vez a sido Schweppes, quien se ha encargado de esconder monedas de oro para anunciar su refresco Dr Pepper por todo el país. Yo no sé hasta donde podemos llegar los publiciatarios con esto de lograr cobertura gratuita, que ni respetamos a los muertos...
Los directivos de la marca ya se han disculpado publicamente, pero el mal y la publicidad ya están hechas. ¿Acaso no hay otras cosas que nos llamen la atención que el terrorismo y los muertos? Darle otra vuelta ¿o que? ¿O acaso no os lo han enseñado en la escuela?
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La foto es de un cementerio de conchas, los de personas me dan mal rollo, así que paso de colgar nada. De todos modos, que idea tan romántica, en el sentido literario de la palabra.
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